Esta es una de las frases más repetidas entre nuestros clientes presentes, pasados y futuribles. Tanto si se trata de empresas del sector retail como de servicios, es el objetivo más inmediato que buscan aquellos que se lanzan a contratar una agencia de marketing, publicidad y comunicación como C3PO. Sería una temeridad olvidarnos de que una de las finalidades principales de un negocio, sino la que más, es obtener el mayor beneficio a través de la venta de sus productos o servicios. Pero el quid de la cuestión es: ¿cómo consigo más clientes para mi empresa?.
Si la respuesta fuera sencilla no existirían agencias como la nuestra (alabada sea la duda). Sin embargo, normalmente son muchos factores los que hay que tener en cuenta para conseguirlo y las acciones que hay que ejecutar suelen ser muy variadas, pudiéndose considerar incluso algunas de ellas como “puro encaje de bolillos creativo”. Es por eso que siempre intentamos evitar dar consejos si no contamos previamente con mucha información sobre el modus operandi de un negocio. Los discursos mesiánicos no son lo nuestro y el poder de la precognición sólo está al alcance de unos pocos videntes de canales televisivos en horario nocturno. No obstante, existen algunas recomendaciones y reflexiones generales que pueden ofrecerse como básicas antes de lanzarse a realizar campañas publicitarias de manera desaforada, pensando que con ello nuestra empresa se convertirá en el nuevo boom del mercado a lo Starbucks made in Alpedrete.
Estos factores de análisis y ejecución enfocados a la búsqueda de la mejora productiva de un negocio siguen habitualmente un orden cronológico, que podría resumirse en los siguientes grandes puntos:
Estudio del mercado: ¿quién es mi competencia potencial?
Competir con grandes multinacionales es complicado, hay que acceder mediante una estrategia creativa y comunicativa diferente
Antes de lanzar un negocio (independientemente del tipo de producto o servicio que ofrezca y de si utiliza la venta física, online o un híbrido de ambas) o impulsar una campaña promocional que suponga un intento de revulsivo para incrementar la facturación de la empresa, hay que estudiar concienzudamente quién es tu competencia potencial, tanto en el medio terrenal como en el universo digital. Si tienes una empresa de muebles familiar, pero a la vuelta de la esquina hay un Ikea, ¿te servirá gastarte miles de euros en vallas publicitarias donde aparezca uno de tus preciosos sofás pero cuyo mensaje sea exactamente igual al 99% restante de tiendas similares, que también cuentan con sillones de alta calidad y buen precio? Me temo que la respuesta es que no. Estudia qué vende tu competencia real, a qué precios y mediante qué canales y analiza si estás en la posición de ofrecer algo mejor; no necesariamente más barato, ya que competir con grandes multinacionales es complicado, pero sí es posible si descubres un nuevo nicho de mercado al que acceder mediante una estrategia creativa y comunicativa diferente.
Aportación de valor: ¿qué le puedo ofrecer a mi cliente que se ajuste a sus necesidades?
Céntrate en la intención de satisfacer una determinada necesidad a un perfil de cliente concreto de la forma más conveniente para éste. Cuando hayas definido esa necesidad potencial, deben seleccionarse aquellos productos o servicios que, en su conjunto, conformen una oferta ajustada al perfil del cliente objetivo. Para que dicha propuesta sea efectiva debe vertebrarse a través de una experiencia de compra satisfactoria, beneficiosa en cuanto a la facilidad, rapidez y comodidad del proceso para que el cliente perciba un valor aún mayor de lo ofertado. Cuando conoces bien a tu público target, puedes crear una propuesta que se ajuste tanto a sus necesidades que sea difícilmente igualable por otros competidores. El dicho “ser capaz de vender arena en el desierto” es una utopía que no debe equivocarnos. Tener buenas dotes de venta no siempre es suficiente para alcanzar el éxito entre los consumidores.
Relación calidad-precio: ¿cuál es el precio que está dispuesto a pagar mi cliente por mis productos/servicios?
Si ya tienes claro a qué nicho de mercado te diriges y qué tipo de oferta y experiencia de compra quieres ofrecer a tu target, es el momento de analizar el siguiente paso: ¿cuál es el precio que estaría dispuesto a pagar mi cliente potencial por el producto que le ofrezco? Para tomar esta decisión, aparte de tener en cuenta aspectos financieros relacionados con una valoración económica del coste bruto del producto más la mano de obra de su producción, junto al beneficio mínimo de venta que estamos dispuestos a conseguir, hay que analizar qué precios ofrece mi competencia y hasta qué punto mi propuesta es tan completa y atractiva como para que el cliente esté dispuesto a pagar una cantidad determinada. Y si no, ¿por qué habría tanta gente conforme en pagar 3 euros por un café en un establecimiento con vistas envidiables y trato excelso? Porque la ubicación, el servicio, la calidad y la connotación que supone consumir un café en ese local le aportan un valor añadido al propio producto, que su target está dispuesto a pagar.
Canales de venta: negocio físico, online o híbrido
Debemos ofrecer una experiencia de compra satisfactoria, para que el cliente perciba un valor aún mayor de lo ofertado
Cuando se trata de un negocio retail de venta exclusivamente física, la ubicación es un factor de gran importancia. Elegir un enclave que tenga un flujo grande de clientes que se ajusten al perfil seleccionado previamente es vital para propiciar un tráfico suficiente de visitas a la tienda. Obviamente no sólo sirve estar bien ubicado, sino que es necesario tener en cuenta la proximidad de tiendas competidoras, además de asegurarse de diseñar un entorno de compra que atraiga al cliente objetivo a entrar en la tienda, mediante una configuración atractiva del escaparate, la distribución en la tienda y otros elementos decorativos que den un toque especial al establecimiento.
Si hablamos de una empresa de retail exclusivamente online, es primordial que la usabilidad de la web sea lo más eficiente posible, para que el cliente pueda navegar de manera sencilla, rápida y clara por la web, ya que todo lo que suponga una demora excesiva en el proceso de compra conlleva un ratio elevado de abandonos del mismo. Asimismo, debe tener un diseño atractivo pero amigable, que sirva para crear una imagen de marca fácilmente reconocible por los visitantes de la web y sea capaz de hacer visibles fácilmente aquellos productos destacados (ya sea por precio, calidad o novedad).
Si se trata de una empresa (tanto retail como de servicios) que disponga de un local físico así como una página web donde ofrezca información (e incluso venta) de su oferta, es vital, y evidente, que ambos canales estén cohesionados en lo que a oferta e imagen de marca se refiere.
Acciones de marketing: ¿cómo puedo promocionar mi negocio?
Publicidad tradicional en medios como prensa, radio, televisión; campañas de marketing online en Google Adwords y redes sociales; campañas de street marketing, buzoneo, cartelería y folletos promocionales; spots publicitarios y un sin fin de acciones de marketing pueden aplicarse para ayudar a posicionar una empresa (ya sea de nueva creación o no) en el ojo público, reforzando su imagen de marca y creando notoriedad entre su target objetivo. Pero de eso, estate tranquilo, ya nos encargamos en C3PO.
Por Anabel Sánchez