Esta frase es un recurso habitual en la oficina cuando hay una imposición referente a algún elemento con el que normalmente no se está de acuerdo (tanto estético como estratégico).

Hay un vídeo que parodia a las mil maravillas esos conflictos de perspectiva que no solo ocurren entre cliente-agencia, sino también entre compañeros de diferentes áreas.

Disfrutad

 

 

 

 

 

¿Existe una solución para este tipo de circunstancias en las cuales el resultado final acaba siendo un pastiche infumable? Respuesta corta: no. Respuesta larga: es complicado, pero tal vez pueda encauzarse con un poco de pedagogía positiva.

Si un cliente/compañero te propone algo que no encaja, tienes tres alternativas:

Opción A – Mandarle a tomar un Laccao.

Opción B – Hacer lo que él/ella diga sin rechistar aunque por dentro estés llorando como un muffin, perdón, como una magdalena (malditos marketinianos y sus anglicismos).

Opción C – Explicar con todo el cariño del mundo las razones que te llevan a pensar que tal vez no sea la mejor opción. Con mucha asertividad, toneladas de paciencia y tal vez un par de bocetos de muestra donde se vea un avance de que eso no va a funcionar como el otro espera.

¿Y si después de 5 llamadas, 14 mails y 3 reuniones la cosa sigue encallada? Bueno, hay ocasiones en las que deberás elegir entre las opciones A y B por tu salud mental (y para poder ser productivo en otras tareas, claro). Será el nivel de necesidad de mantener una convivencia saludable con tu “oponente” el que defina si optas por una de las dos opciones anteriores. En principio la más habitual será la de la resignación (B), pero si esa relación tiene menos futuro que la de Aramis Fuster con Tom Cruise y te puedes permitir hacer un Pimpinela (por eso vete, olvida mi nombre, mi cara, mi casa, y pega la vuelta) pues oye, qué gustirrinín más rico.

PD: compi de maquetación, necesitaría que añadas tres imágenes de gatitos en este post, hagas nuestro logo del tamaño de un Zeppelin y que sea en formato GIF (pero que pese menos de 3Kb, que si no Dpto. Web nos riñe).

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